Territorio Violento

Acerca de esta serie

Las primeras imágenes modernas del territorio patagónico se hicieron en paralelo al avance militar del Gral. Roca en la denominada “campaña del desierto”. En 1883 Carlos Encina y Evaristo Moreno publicaban en Buenos Aires las fotos de su recorrido por los territorios patagónicos recién anexados al estado nación.

Los paisajes deshabitados y los horizontes extensos se repiten en las imágenes; una “representación de la ausencia” (Masotta 2006) de los espacios recientemente conquistados. Esos paisajes eran producto de los conflictos militares que asentaron, a fuerza de sangre derramada, humo de Remington y genocidio, los límites del estado nación argentino. Las imágenes creadas sirvieron alimentando la idea de desierto al fortalecimiento y extensión del nacionalismo moderno.

Más que la suma de las partes de los fragmentos individuales de lo geográfico que se dan a nuestra percepción, el concepto paisaje y su correlato visual da cuenta de la presencia del hombre. Con el paisaje como sustento se suceden entonces, y hasta el día de hoy, una multitud de capas de significados y transformaciones tecno-políticas, militares y
económicos que una arqueología del paisaje, un redibujar los contornos del horizonte ,quizás, colabora a develar.